Mirando
hacia atrás, nos podemos dar cuenta que tanto la literatura como el cine nos
han brindado una inagotable fuente de romances entre humanos y no-humanos:
desde zombies hasta robots, pasando por aliens, muñecas inflables, personajes de un libro, vampiros… Pareciera que enamorarse de otro humano vivo
ya no es suficiente.
La premisa
de Her (dir. Spike Jonze, 2013) parte desde ahí.
Los
sistemas operativos ya no sólo realizan nuestras tareas, también nos pueden
enamorar. Theodore (Joaquin Phoenix) se
encuentra viviendo por inercia, su trabajo y sus relaciones interpersonales
también lo son, pues a la vez se está divorciando de Catherine (Rooney Mara),
un proceso que no se llega a concretar. Esto hasta que instala OS1, el sistema
personalizado e hiperinteligente que no sólo es capaz de responder
intuitivamente a los requerimientos de su usuario, sino que además va
aprendiendo de ellos y desarrollando su propia personalidad. Samantha (voz de
Scarlett Johansson) es quien revisa los correos de Theodore, le anuncia sus
compromisos, le ayuda a avanzar en su videojuego… y lo saca de su amargura,
haciéndolo reír, contándole día a día como ella misma va evolucionando mientras
lo invoca a salir de su tedio y a mostrarle todas las emociones que puede
volver a sentir. Incluso el amor. Todo sin estar materializada más allá del
pequeño audífono inalámbrico y la cámara del dispositivo tipo smartphone por el que se comunican.
No quiero
contarles más allá para que vean la película por ustedes mismos, pero sí hay
algo que quiero comentar. Las interacciones interpersonales cada vez se van
haciendo más virtuales, estamos conectados y comunicados en todo momento, pero
a la vez perdemos ese contacto de piel a piel, de olores, de miradas directas.
Al ver la película, la relación inicial entre Theodore y Samantha me recordaba
cualquier relación virtual previa a Facebook, Skype, Whatsapp, a MSN con opción
de avatares. Cuando chateabas con otra persona en cualquier lugar del mundo sin
necesidad de ponerle una cara. Incluso sin necesidad de ponerle una voz. Todas
esas interacciones las creaba tu mente a medida que leías y escribías una
conversación. Y sentías esa necesidad de compartir estas amistades extrañas con
tu entorno real pero con el miedo a que no te fueran a comprender.
En el mundo
de Theodore, por algunos es aceptada la relación con su sistema operativo, pero
para otros todavía es algo demasiado irreal, haciendo una defensa férrea a que
sólo otro humano es capaz de comprender tus emociones. Tema que se repite en
los casos mencionados al inicio. Muchas veces tenemos hasta a la vecina
opinando de cómo debiera ser nuestra relación, pero un sabio dicho dice que las
relaciones son de dos. Si te enamoras de alguien que no puedes tocar ni mirar
porque realmente no conociste a nadie que te llenara de esas sensaciones en tu
cotidianidad, bien por ti. Nadie tiene por qué dictar cómo tienes que sentir. Y
sí, puede que el contacto piel a piel esté sobrevalorado. Al menos muchas veces
lo he creído así. Y en esta hermosa película se trabaja mucho aquel tema. 100%
recomendada sobre todo si han tenido momentos así en sus vidas. Sentirán cómo a
ratos se les llena el corazoncito.
Bonus
track: En la banda sonora participan los Arcade Fire y Karen O, vocalista de
los Yeah Yeah Yeahs, por si aún les faltan motivos para querer verla, ya que esto le valió dos de sus cinco nominaciones a los Oscar 2014
Bonus track 2: Amy Adams no parece Amy Adams, pucha qué versátil
que es esta mujer <3
Después de esto, sí o sí la veré!
ResponderBorrarHazlo, es hermosa! <3 lástima que aún no se estrena en Chile pero habrá que esperar nomas :(
BorrarEs muy linda la historia así que no te arrepentirás :)
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