Regalos caídos del cielo.

Seguramente muchas veces les han regalado cosas que no se les habría pasado por la cabeza comprarse, o quizá ni idea tenían de su existencia. Hoy estaba ordenando mi maleta para regresar a Santiago y encontré un par de cosas que sin querer llegaron a mis manos y han sido una bendición, sin exagerar. 

Crema de caracol Elicina:

Algún día les contaré sobre mi increíble suerte para ganar concursos. Así fue cómo esta crema Elicina llegó a mis manos por primera vez, eso y que tengo una piel de porquería y siempre necesito cosillas para quitar manchas por alergia.

Es una crema de caracol que no solo ayuda a mantener la piel sin marquitas, sino que además se preocupa de humectar. Una vez mi dermatólogo me mandó a hacer una crema especial por el asunto de las manchas, pero era tan fuerte que me resecó mucho la piel. Esta crema no, y desde que hace un par de años me la gané, le seguí el rastro y vuelvo por más. 

Kimkelen Cosmética Vegana, crema facial:

Otra bendición para mi piel de porquería. Me llegó de regalo de cumpleaños de parte de una amiga, que le encanta andar investigando de estos productos alternativos. Está hecha a partir de aceites naturales y es muy suave con la piel, no te irrita ni deja grasosa. Además huele muy rico.
Hay una gran variedad de productos que crean en Kimkelen, y creo que es necesario que todo mundo vaya a encargar el suyo ahora.

La Roche-Posay Anthelios XL:

Ya les hablé de la iniciativa de esta marca para crear conciencia y prevención sobre el cáncer a la piel. Y fue en el evento este donde me regalaron  esta muestra de protector solar, factor 50 y con un ligero tinte. Al principio me dio miedito porque soy medio fantasmagórica (no piel de porcelana de esa blanca y perfecta, sino fantasma con ojeras, asusto niños en mis ratos libres), pero se camufla muy bien en la piel y es tan ligero, que no se siente como bloqueador solar de esos con los que nuestras madres nos embetunaban de niños, cuando íbamos a la playa. Es un poco más caro, pero considerando lo cuidadosa que es la marca con sus investigaciones sobre la piel, vale la pena.

Protector Solar Simond’s:

Para navidad mis tíos me regalaron esto, sigo creyendo que fue para hacerme una broma, porque es su modus operandi con la navidad, lo que hace la entrega de regalos muy entretenida. Sin embargo, no pudieron elegir mejor.

Este protector es lo máximo, he leído varios reviews sobre él y todo el mundo está de acuerdo. Factor 50, ligero, suave con la piel, y sobre todo funciona. Cuesta tan barato que uno piensa que quizá se está echando cualquier tontera en la cara y cuerpo, pero luego pienso, ¿Acaso Simond’s no hace productos para bebés? Y si tienen buenos productos para bebés, que son las pieles más delicadas, me basta para saber que serán buenos conmigo también.

Encrespador de pestañas Cristian Lay:

Cristian Lay es una marca de catálogo, como Avon, Natura, Cyzone, etc, pero más topísima. Todo es tan glamoroso que me da cosita que sea demasiado caro. Además no es solo sobre maquillaje, tienen de todo, hasta joyas. Les cuento esto porque yo no tendría idea de su existencia si no fuera porque mi mamá tiene un montón de cosas de la marca. Un día se compró este encrespador, pero no le gustó, así que adivinen quién lo heredó!

Tengo unas pestañitas tan miserables, pero al encresparlas al menos luzco como una persona normal, y este funciona súper bien. No corta las pestañas, tiene unas gomitas muy cómodas y duraderas y buen control de cuanto estás apretando, así uno evita sacarse el ojo.

Creo que esa es mi lista por ahora, creo que intrusearé más a ver si encuentro otras novedades. ¿Les ha pasado esto? Que les llegan cosas de regalo que resultan ser una maravilla, ¡yo quiero saber!